Irma Ruiz

Algóloga Especialista en Medicina del dolor 

Soy la segunda de cuatro hermanos, del papá más estricto y disciplinado que pueda existir, de la mamá más consentidora, amorosa y comprensiva, una mezcla un poco rara, pero que ha funcionado para mi hermana y para mi, mi hermana mayor, mi más grande ejemplo, mi mejor amiga, mis hermanos pequeños, nunca me dejan de sorprender, así crecí con mi hermana mayor siempre al lado de mi, protegiéndome de todo, aprendí a jugar a la comidita por ella, sin embargo a mi lo que me encantaba era jugar a las muñecas, siendo yo su doctora. 

Desde que recuerdo quise estudiar medicina, siempre apoyada por mi familia, aunque por ser sociable en exceso y platicadora, (como mi mamá) puse en duda a mi papá en cuanto a mi profesión, pero cuando vio mis ganas y dedicación en la universidad, se dio cuenta que no estaba equivocada, fue ahí donde pasé los mejores años de mi vida, en un grupo muy competitivo, en el que no estudiar no era opción, creo que la disciplina de mi papá influyó de sobremanera, después de terminar mi carrera, me case con mi ahora esposo, el cual me apoya, me entiende todo el tiempo. 

Un año después entré a anestesiología, donde el primer día me dijeron: ¿qué hacia ahí?... desvelándome, pudiendo estar en mi casa, que no creían que terminaría, durante la residencia, decidí hacer dolor, por que tuve la fortuna de poder rotar en el servicio de algología donde me di cuenta que a me encanta el trato con el paciente, conocerlos y entenderlos, cosa que en anestesiología no, al entrar al centro médico nacional 20 de Noviembre conocí al doctor Torres, con el cual me llevé muy bien desde el primer día, el me presentó a su socia, la doctora Adriana.

Tuve la oportunidad y la bendición de estar con ellos fuera del hospital y aprender más, modos, consejos y sobre todo dejarme estar y tratar con sus pacientes, me siento feliz de formar parte de este gran equipo, donde se que saldrán cosas increíbles.